A pesar de llevar 30 años trabajando como médico, no dejo de sorprenderme cuando sigo viendo actitudes en los pacientes y profesionales que no cambian.
Cuando nos forman en la carrera de medicina, durante 6 largos años, nos proporcionan unos conocimientos que no son otra cosa que la base en la que se empieza a edificar nuestro conocimiento.
Desde que se comenzaron a hacer las oposiciones MIR, al médico le forman para aprobar un exámen tipo test.
En la carrera no nos forman en materia económica, no nos hablan del trato al paciente, no nos hablan de muchas cosas que son tan necesarias como el propio conocimiento.
Es más, elijes una especialidad por nota o por cercanía a tu ciudad, pero sin saber realmente si te gusta realmente.
Cuando empiezas a pasar consulta y atender urgencias, es como cuando apruebas el carnet de conducir y te dicen que ya tienes que ir solo en el automóvil. En ese momento, empiezas a rodar y comienza el verdadero aprendizaje.
Como no te enseñan a tratar al paciente, muchas veces se le olvida al profesional, que el punto más importante es la llamada anamnesis: ESCUCHAR atentamente lo que te dice el paciente, una escucha activa, te dará el diagnóstico. Si en los primeros dos minutos de entrevista, no sabes los posibles diagnósticos diferenciales, has fracasado de antemano.
«Si escuchas atentamente al paciente, te dirá el diagnóstico»
Sir Williams Osler (1849-1919)
Pero para que se produzca esta circunstancia, el cliente debe saber que en la consulta médica no se funciona como en redes sociales. En redes como instagram o facebook, cuando te interesa algo, se busca una pregunta rápida como puede ser un click (quiero más información).
Todas las personas se están acostumbrando a un lenguaje virtual, que no tiene nada que ver con la realidad.
En la consulta tienes que ver (inspección), escuchar, tocar, palpar, escuchar, en definitiva, explorar.
Aunque sabemos que máquinas como google están convirtiéndose en médicos a pasos agigantados, el contacto físico, visual, auditivo, táctil nos da las claves del éxito.
Os voy a poner un ejemplo. Una de las consultas más frecuentes es la de mareos o vértigos.
Salvo raras excepciones, que vienen hasta incluso con una libreta con todas las fechas y detalles anotados, los pacientes te dicen: «que me mareo».
Solamente con ver cómo entra el paciente a la consulta y como camina, puede darte la clave del diagnóstico. Puede decirte hasta si te está engañando.
Déjale hablar y dirígele con preguntas claves. Él te acabará diciendo el diagnóstico.
Las pruebas son solamente para confirmación del mismo.
En definitiva, la bolita mágica es la suma del conocimiento, la experiencia y la intuición. La canalización del conocimiento universal.
La medicina es más de lo que nos enseñan.
Espero que te haya sido de utilidad
Félix Díaz Caparrós
Doctor en Medicina y Cirugía cum laude
Especialista en Otorrinolaringología
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Nuestras áreas:
- Otorrino
- Audiología
- Medicina Estética
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