A raiz de los audios que he recibido con canciones en formato 8 D, me he atrevido a hacer un pequeño artículo dónde espero poder mostraros el maravilloso sentido de la audición en el ser humano. Espero os guste.
La música 8D o sonido 8D es un tipo de sonido envolvente que al escucharlo con auriculares crea la sensación de que la música se expande a nuestro alrededor. Lejos de ser un tipo de música, el sonido 8D es una tecnología también conocida por el nombre de sonido binaural. El nombre de música 8D se ha clasificado como una forma de marketing, ya que lo que en realidad consiguen estas canciones es una sensación de 3D.2
Es programada para mandar frecuencias al cerebro para dar a entender que el objeto que reproduce el sonido esta subiendo, bajando, o rotando alrededor de tu cabeza, también se juega aumento volumen sobre algunos instrumentos en algún auricular y reduciendo del lado contrario, en realidad se llama sonido 3d, pero se denominó 8d como nombre «artístico».
El inventor de la denominada música 8D fue Hugo Zuccarelli, de origen argentino, quien creó lo que científicamente se conoce como holofonía en los años 80. El descubrimiento se llevó a cabo a través de un maniquí en tres dimensiones, al cual se le puso el nombre de Ringo, que Zuccarelli utilizó para imitar el mencionado efecto fundamentado sobre cuatro principios físicos que tienen que ver con el sonido: el efecto Haas, el enmascaramiento, la longitud de la onda y el retardo temporal. El efecto Haas es el que explica de forma más directa lo que caracteriza a este tipo de música.
Este fenómeno fue expuesto por el médico Helmut Haas, al cual debe su nombre. También se conoce como efecto de prioridad o efecto de precedencia, afectando a la percepción que los seres humanos tenemos del sonido, este describe como, a un nivel de percepción, si a nuestro cerebro llegan diversos sonidos independientes en un intervalo inferior a 50 mili segundos , éste los fusiona y los capta como uno solo. Esto se produce como consecuencia de que el cerebro deje de percibir la dirección e interprete los sonidos anteriores como una reverberación o un eco del primero.
El cerebro hace dos tipos de interpretación:
Teniendo en cuenta que el retardo llega en un intervalo inferior a 5 ms, éste localizaría el sonido teniendo en cuenta la dirección de la que procediera el primero de los estímulos, a pesar de que los restantes provengan de direcciones diametralmente opuestas.
Si el retardo se encuentra entre los 5 y los 50 ms, el oyente escucha un solo sound, pero con el doble de intensidad y localiza la fuente a medio camino entre todas.
Para que se perciba el sonido desde un punto central, la señal que va con retraso debe ofrecer un volumen más elevado que la primera.
La curva de Haas indica la intensidad, expresada en dB, que se necesita para conseguir una equivalencia en cuanto al retraso de ms que hay entre dos señales. Esta curva se utiliza en ámbitos como la acústica, entre otras cosas para garantizar el estéreo en los recintos.
Fisiología de nuestra audición
Partiendo de la base que el proceso de nuestra audición se realiza en nuestra corteza cerebral, muchos son los componentes que intervienen en dicho proceso.
El órgano de la audición realiza su función específica al hacer perceptible el estímulo sonoro físico en tres etapas diferentes:
• A.-Transmisión o conducción de la energía física del estímulo sonoro captada en el pabellón auditivo hasta el órgano de Corti.
• B.-Transformación en el órgano de Corti de la energía mecánica en energía eléctrica (potencial de acción), que después se transfiere al nervio auditivo. Es el fenómeno bioeléctrico de la transducción.
• C.-Vehiculización de esta energía eléctrica, a través de vías nerviosas, desde el órgano de Corti hasta la corteza cerebral. La apreciación de los sonidos, con todas sus cualidades, es función de las áreas auditivas del lóbulo temporal de la corteza (áreas 21-22 y 41-42 de Brodman).
El sonido viaja en el aire o en el líquido en forma de ondas sonoras, que son movimientos armónicos de las molélucas (parecido al movimiento del agua cuando tiramos una piedra).
Cada pabellón auricular, con su forma anatómica precisa, recoge el sonido y lo amplifica. Una persona sin oreja pierde hasta 10 dB de potencia sonora del estímulo.
Claro está que el sonido viaja a ambos pabellones auriculares y según dónde se encuentre la fuente sonora, existirá un pequeño retardo en la llagada del sonido al oído mas alejado.
De la misma forma, los repliegues del pabellón auricular y la propia concha sirven para localizar los sonidos en el plano vertical. Una oreja remodelada puede sufrir una perdida de hasta 20 grados en la localización de la fuente sonora.
La binauralidad mejora la percepción sonora hasta en 8 dB, por eso es mejor tener dos oídos que uno.
El conducto auditivo, además de las funciones protectoras, tiene funciones acústicas muy importantes:
La membrana timpánica y la cadena de huesecillos tiene una función muy importante en la amplificación del sonido. La forma asimétrica del martillo en la membrana, la anatomía de cada hueso y la relación 20: 1 entre superficie timpánica y ventana oval, unido a la acción de los músculos del martillo y estribo, hacen que la transmisión de la onda sonora se potencie, se regule para la comprensión según el entorno (reduciendo los sonidos de frecuencias graves) y que nos proteja antes sonidos muy fuertes.
Una vez que se produce el movimiento del estribo, presiona la perilinfa alojada en la rampa timpánica, lo que origina un movimiento ondulatorio del líquido y una estimulación de las células ciliadas externas e internas.
Mediante un complejo fenómeno químico basado en las distintas concentraciones de potasio y sodio existentes en la perilinfa y la endolinfa, se producen despolarizaciones de las células propias y se genera glutamato.
Las células están dispuestas a lo largo de la cóclea en un orden topotópico, es decir, los sonidos más agudos están recogidos al principio y los más graves al final.
Vehiculización hasta el cerebro
La energía eléctrica es vehiculizada hasta el cerebro mediante la primera y segundas neuronas. Existen cruces de vías hacia cada hemisferio y conexiones a nivel del bulbo raquídeo, tálamo y corteza cerebral.
Además de la via aferente, existe una via eferente. El cerebro es capaz de emitir una orden que atenúe hasta 20 dB sonidos que no nos interesan.
La localización espacial del sonido es parecida a la visual en el area occipital.
Es el cerebro el encargado de darle sentido e interpretar los sonidos. Conexiones con la zona límbica hacen posible la aparición de distintas emociones a la hora de escuchar música.
¿Qué seria de una película sin banda sonora? Pues se perderían muchas de las emociones que se pretenden transmitir. Podéis hacer la prueba con una película de miedo, si le quitáis el sonido.
Los sonidos son al fin de todo, una interpretación de nuestra corteza cerebral. Pensad que muchos trastornos psiquiátricos debutan con alucinaciones auditivas. Aprendemos desde que estamos en la barriga de nuestra madre, a interpretar los sonidos que oímos. Sabemos cual es el sonido del cierre de una puerta porque la hemos visto muchas veces cerrarse. Pero, ¿sabríamos el sonido de algo que jamas hemos visto ?. Por ejemplo, el sonido de una tormenta solar o de una explosión en el espacio.
En definitiva, el conocimiento del complejo mecanismo de la audición nos permite conocer mucho mejor las necesidades del paciente con hipoacusia. Conforme avance la investigación en el campo de la audiología, conseguiremos corregir las anomalías auditivas de nuestra población, cada vez más numerosa y longeva.
Este artículo está basado en la publicación de la Dra. Elena Sánchez Terradillo, en el capítulo 3 del libro virtual de la formación ORL y distintos artículos científicos online.
Doctor en Medicina y Cirugía
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