Actualmente existen fundamentalmente dos tipos de mascarillas. Por un lado están las mascarillas quirúrgicas , que se utilizan principalmente por los profesionales en los quirófanos, que filtran el aire que se exhala y que por tanto contienen los agentes, partículas, bacterias o virus se pueden transmitir a través de la respiración hacia otras personas que están a nuestro alrededor.
Por otro lado, las mascarillas de protección respiratoria , que filtran el aire que se inhala del exterior. Estas mascarillas retienen agentes, partículas, bacterias o virus que provienen del entorno en el que nos encontremos. Están homologadas para distintas capacidades de filtrado. Algunas incorporan una válvula de exhalación que reducen la humedad del interior, para así proporcionar más comodidad en general y en especial a la hora de respirar. Se dividen según la protección de su filtro entre:
FFP1 : 78% de eficacia de filtración mínima, 22% de fuga hacia el exterior. Protege de residuos no tóxicos y no fibrogénicos de polvo o aerosoles. Impide que se inhalen estos y los olores molestos.
FFP2 : 92% de eficacia de filtración mínima, 8% de fuga hacia el exterior. Igual que la anterior ofrece protección frente a residuos no tóxicos, sí frente a elementos fibrogénicos. De esta manera, impide que inhalemos fluidos tóxicos de polvo, aerosoles y humos.
FFP3 : 98% de eficacia de filtración mínima, 2% de fuga hacia el exterior. Actúa contra distintos tipos venenosos y tóxicos de polvo, humo y aerosoles. Es eficaz contra bacterias, virus y esporas de hongos.
Según los expertos de la Federación de Distribuidores Farmacéuticos consultados por 65Ymás, » solo la FFP2 y la FFP3 equivalen a la N95 (mascarilla homologada que recomienda la Organización Mundial de la Salud (@WHO) para el coronavirus).
Tanto la FFP2 como la FFP3 están homologadas para retener partículas de hasta 0,6 micras . Según explican desde el Servicio Riojano de Salud, la OMS recomienda el uso para procedimientos de aislamiento o con posible generación de aerosoles infecciosos como M.Tuberculosis , sarampión, varicela, SRAS…, un respirador con una eficiencia de filtración de al menos el 95% para partículas de 0,3 micras de diámetro. Este se corresponde con el modelo de mascarilla N95, según normativa americana NIOSH. Sin embargo, esta no se corresponde con la europea, y este nivel de protección se queda a camino entre la FFP2 y FFP3.
Así, se recomienda el uso de las FFP2 en las actividades con bajo o moderado riesgo , mientras que las FFP3 quedan relegadas a circunstancias donde este sea alto. Indican además que las mascarillas con válvula no deben utilizar en ambientes estériles, mientras que las autofiltrantes tienen que desecharse tras su utilización si no se pueden limpiar de forma adecuada para volverlas a emplear. Por lo tanto, dependiendo de para qué las vayamos tendremos que decantarnos por uno u otra opción en función de sus características.
Otro aspecto a tener en cuenta es que si no colocamos bien este artículo pierde su eficacia. Además del uso racional y recomendado, la Organización Mundial de la Salud ofrece una serie de consejos sobre cómo usar este producto sanitario.
RESUMEN
las mascarillas quirúrgicas, de tela o FFP1 no protegen a la persona que las lleva. Solo sirven para evitar que la persona enferma contagie.
Las mascarillas FFP2 y FFP3 nos protegen del posible contagio.
Los modelos que tienen válvula pueden emitir virus a las demás personas.
La mascarilla ideal sería la FFP2 sin válvula.
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