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¿Cómo puedo saber si necesito operar a mi hija de anginas?

 

Esta pregunta ronda habitualmente por la mente de muchos padres. Visitan a varios médicos, consultan por internet pero la señal que ellos anhelan no la encuentran en muchas ocasiones.

Se trata de la respuesta que les tranquilice. Se trata de gestionar un riesgo asumible, sobre todo, si la indicación lo merece.

En la mayoría de casos, me encuentro con adolescentes y chicas jóvenes, con síntomas claros de amigdalitis, que llevan un retraso en la indicación quirúrgica de 10 años.

Escribo este artículo para poder aportar  un poco de luz sobre este tema.

Recientemente, en 2019, la AO-HNFS (la academia americana de otorrinolaringología y la fundación de cirugía de cabeza y cuello) ha publicado una guía de práctica clínica con recomendaciones para el cuidado y tratamiento de los niños entre uno y dieciocho años, candidatos a realizar una amigdalectomía. (1)

Como todos saben, las amígdalas son órganos linfoepiteliales situados en la parte más profunda de la cavidad oral y que tienen como función la defensa de nuestro organismo frente a agentes infecciosos. Habitualmente presentan esta función hasta la edad de 10 años.

Cuando los pacientes sufren numerosas infecciones, las amígdalas se convierten en un foco séptico en su núcleo, que origina una respuesta inmune exacerbada de nuestro organismo encaminada a envolver la zona perniciosa. Se convierte en una lucha constante con repercusiones sistémicas, en órganos como las articulaciones, corazón, riñón y hasta en la piel.

Se ha demostrado que la amigdalectomía no representa ninguna alteración del sistema inmune.

Habitualmente, las causas más frecuentes por las que se operan a los pacientes son: infecciosas y obstructivas.

Pueden coincidir las dos al mismo tiempo.

En los niños, cada infección representa un aumento muy marcado de las amígdalas y adenoides, cosa que en los adultos no suele suceder.

Los motivos infecciosos, que vienen recogidos en los protocolos de actuación de las sociedades de otorrinolaringología y de pediatría son (2):

– 7 o más episodios infecciosos en el último año

– 5 o más episodios infecciosos en los últimos dos años

– 3 o más episodios infecciosos al años en los últimos cinco años

Por lo tanto, la indicación de una amigdalectomía se basa en un historial, lo que yo llamo un “vídeo”, a lo largo de un periodo de tiempo. Nunca debemos basar la indicación en un hecho puntual, lo que equivaldría a una “fotografía”.

El perfil de estos niños es el de estar siempre enfermos, con poco peso y apetito. A veces presentan ojeras marcadas.

A veces sufren miedos por las numerosas visitas médicas a las que son sometidos.

La segunda causa de indicación de amigdalectomía se basa en los criterios obstructivos, lo que se denomina TROS (trastorno respiratorio obstructivo del sueño).

Los niños suelen respirar con la boca abierta. Aparece la saliva y los mocos a través de las narinas. La respiración es profunda, muy sonora, acompañada muchas veces de ronquidos.

Si el niño presenta un sobrepeso, el problema se agudiza, por el menor espacio aéreo en faringe durante el sueño.

Son niños que no descansan. No tienen un sueño reparador.

En el colegio tienen un menor rendimiento escolar, que puede ser debido también a una afectación otológica por mucosidad.

En estos casos, se hace muy útil la videograbación, por parte de los padres, durante el sueño de sus hijos.

 

Si los padres deciden no operar a sus hijos, el crecimiento de muchos de ellos los llevará, en la edad adulta a presentar unos rasgos muy característicos.

Son personas en la franja de los 20-25 años, que presentan dolor faríngeo con frecuencia. No suelen presentar fiebre alta pero sí febrícula.

A la exploración física, las amígdalas suelen tener un pequeño tamaño, con múltiples criptas en su superficie.

Algunas de estas personas debutan con infecciones complicadas, como suele ser el flemón o el absceso periamigdalino, que precisan de intervención hospitalaria de urgencias. El motivo por el que ocurren estas complicaciones se debe a que las numerosas infecciones han podido perforar la barrera que mantiene aisladas a las amígdalas, lo que se denomina cápsula.

 

Como en todas las facetas de la vida, debemos aplicar el sentido común.

No existe una sola analítica que nos pueda dar la clave para la indicación segura de una amigdalectomía.

Es importante evitar la repercusión a largo plazo que puede tener una actividad autoinmune por infección crónica o los efectos de una alteración del sueño, clave para la diaria reparación de nuestro cuerpo.

Un TROS puede producir hasta alteraciones en el cierre de la boca o la alineación de las piezas dentales, por estar con la boca abierta durante la noche. El bloqueo respiratorio nasal, por presencia de hipertrofia de adenoides, agrava todavía más el cuadro clínico.

 

Mi consejo a todos los padres es ponerse en las manos de profesionales expertos en la materia, que puedan realizar una correcta anamnesis y exploración clínica.

Muchas de las pruebas complementarias, como son las radiografías o analíticas, no son concluyentes.

A la hora de decidir la intervención quirúrgica, es fundamental la experiencia del cirujano y la forma empleada para la realización del proceso.

Yo siempre recomiendo la utilización del plasma (coblación) para realizar la intervención. Se trata de un procedimiento en frío, sin sangrado y con un control visual perfecto. Siempre recomiendo la extracción completa de las amígdalas con la cápsula que las envuelve.

No significa que no se pueda utilizar el bisturí eléctrico, como se hace de manera habitual, pero sabemos que el efecto térmico puede producir carbonización y ser responsable de sangrados entre los días 1 y 7 posteriores al procedimiento quirúrgico.

El cuidado postoperatorio es crucial. Una supervisión de la dieta correcta y de la analgesia, favorecen la recuperación y el éxito del procedimiento.

El presente y futuro de la medicina se basa cada vez más en la prevención.

Cuanto antes se solucionen los problemas que conocemos, en mayor medida evitaremos las complicaciones que acabarán llegando en un futuro.

Y como siempre se suele decir, hay que predicar con el ejemplo.

Comparto con todos ustedes las fotos de la operación de anginas que le realicé a una de mis dos hijas, en Agosto de 2019 en el Hospital Virgen de la Vega en Murcia.

Espero que les haya sido de utilidad.

 

  • Mitchell RB, Archer SM, Ishman SL, Rosenfeld RM, Coles S, Finestone SA, et al. Clinical Practice Guideline: Tonsillectomy in children (Update). American Academy of Otolaringology-Head and Neck Surgery 2019, Vol. 160 (IS) S1-S42.
  • Indicaciones de Adenoidectomía y Amigdalectomía: Documento de Consenso entre la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Patología Cervicofacial y la Asociación Española de Pediatría

¿Cómo puedo saber si necesito operar a mi hija de anginas?

 

 

Félix Díaz Caparrós

Doctor en Medicina y Cirugía

Especialista en Otorrinolaringología

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